Pese a la situación de confinamiento que está viviendo la comunidad educativa, por la pandemia de la COVID-19, el aprendizaje no se ha detenido, los maestros han tenido que reinventar su forma de enseñanza y buscar alternativas creativas e innovadoras y, además, apoyarse de los diferentes recursos tecnológicos.
Esta nueva forma de enseñanza ha sido toda una aventura, no ha sido fácil, los maestros han buscado y rediseñado la forma de impartir sus clases, para que los estudiantes alcancen los objetivos planteados en los programas de estudio.
Ese es el caso de Emely Aguilar Motto, docente de Educación Parvularia en el C.E. Alberto Menjívar Rodríguez, de Cabañas. Ella —al igual que a muchos maestros—, el cierre de las escuelas le obligó a buscar una estrategia fácil y creativa para enseñar a los 29 pequeñitos que tiene a su cargo.
«Mi experiencia docente nace al ver la necesidad de cómo hacer llegar las clases a los niños, la idea principal era compartir videos educativos, pero siempre pensando en no generar muchos costos a los padres y madres de familia», expresa la maestra.
Es así como Emely decide impartir sus clases a través de videos motivadores (sin tener conocimiento de cómo realizar y editar videos) y, luego de librar diferentes situaciones personales y de salud, empieza a elaborar y enviar sus creaciones audiovisuales a los niños, a través del canal de Youtube, al igual que por Whatsapp y Messenger.
«Cuando yo les envié el primer video, mis niños estaban felices, motivados, las mamás me escribían y enviaban videos donde los pequeños respondían a lo que yo les preguntaba, como si estuviéramos en una clase presencial», agrega la educadora.
Pero la iniciativa de Emely no solo ha logrado la atención de «sus niños», como ella les dice, sino que ha llegado más allá, algo que jamás pasó por su mente: «El alcance que hemos tenido ha sido bastante grande, no solamente se ha encajonado en mis 29 alumnos, sino que ya hemos podido llegar a otras personas. Lo comparten otras maestras, mamás, lo ven niños de otras escuelas. Es bonito porque ha sido más grande de lo que yo me imaginaba, ha sido difícil, pero bastante satisfactorio».
«Es bonito porque no solo lo he estado haciendo con mis niños, sino que hemos podido ayudar a otros, porque son videos que pueden utilizar como un recurso didáctico. Realmente, ahora siento que tengo un compromiso, jamás me imaginé que tanta gente podía ver los videos, sobre todo que les gustaran, que se quisieran sumar a este proyecto; ahora cuento también con el apoyo de otros docentes, me siento muy agradecida con Dios», señaló.
Esta buena práctica docente permitió que Emely participara en la convocatoria de reconocimiento de Buenas Prácticas de Continuidad Educativa y de Experiencias Pedagógicas, realizada por el Ministerio de Educación (MINED), a través del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), en el marco del Día Nacional del Maestro, convocatoria en la que logró agenciarse una de las cinco Menciones Meritísimas.
«Me siento maravillada. Y cuando dijeron mi nombre, que había ganado, vi pasar mi vida frente a mis ojos, todo lo que hemos pasado, lo que hemos hecho y logrado y cómo se han sumado otras personas a mi proyecto. Ahora cuento con el apoyo de una maestra de Inglés, una de danza y otro docente del proyecto Soy Música».
Emely agradeció el apoyo recibido por las madres de familia para participar: «Para este concurso, yo estaba en mi proceso de recuperación; había estado mal de salud y las mamás se movilizaron para conseguir todas las autorizaciones para poder participar, y eso lo valoro tanto. Ahora puedo decir que valió la pena todo este sacrificio».
«Mi vida se da entre videos, el quehacer de la casa y las tareas de mi hija, pero me da gusto sentir que —por lo menos— a través de todo este esfuerzo, de esos videos, le podemos llevar a los niños, a la casa, un momento de normalidad y felicidad de lo que ellos vivían en sus escuelas. Y no solo para mis peques, sino que lo podemos llevar a otros, me siento muy satisfecha, hemos hecho un gran trabajo», concluyó la educadora.
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