Un total de 124 piezas, entre sillas y mesas de madera barnizadas para pupitres unipersonales y escritorios, fueron entregadas por el Ministerio de Educación (MINED) al Centro Escolar Caserío La Mora, ubicado en el Cantón El Zapote de Suchitoto, Cuscatlán.
Con el objetivo de mejorar los ambientes escolares, dicho mobiliario fue reparado en el marco de un proyecto en coordinación con la Dirección de Centros Penales, ejecutado por privados de libertad del Centro Penitenciario La Esperanza, quienes están en Fase de Confianza en la Unidad de Diversificación de Trabajos Penitenciarios. Este esfuerzo se realiza con financiamiento GOES.
Según comentó, Marta Angélica Mendoza de Bolaños, directora de la institución «hemos recibido todos los pupitres que se habían enviado a reparación porque estaban totalmente destruidos, los niños no podían utilizarlos, pero ahora gracias a Dios ya vienen bonitos, bien arregladitos y pintaditos para que los niños puedan estar en mejores condiciones».
La directora también imparte clases a estudiantes de parvularia y primer grado, junto a otra docente que atiende chicos de segundo a sexto grado: «Yo vine en el 2019 y desde entonces he tratado que la escuela se mejore, hemos gestionado proyectos como la reparación de los pupitres».
«Me siento feliz porque hoy si los niños estarán en un lugar escribiendo adecuadamente, no tendrán dificultades porque no sirvan los pupitres, tendrán una estabilidad para trabajar durante las clases, (…) estamos contentos y agradecidos con el MINED, el presidente y con todos los que gestionaron la restauración del mobiliario, es un conjunto de personas que trabajan para hacer que las escuelas vuelvan a ser un lugar adecuado para nuestros niños», aseveró.
Entre las madres de familia que ayudaron a ubicar los nuevos pupitres, está Angélica Dolores Franco Callejas, quien matriculó a sus dos hijas en segundo y cuarto grado, por lo que se manifestó satisfecha: «Me siento bien contenta porque se los llevaron bien feos y ahora vienen como nuevos (los pupitres), les doy gracias a la señorita directora por preocuparse por la escuelita, es bonito que los niños tengan pupitres bonitos y buenos, ¡como nuevos!», exclamó.
Igualmente, Carolina Guadalupe Barrera, no sólo se presentó a la escuela a retirar a su hijo Jonathan, quien recibió clases en el primer grado, sino que ayudó a ordenar los nuevos pupitres recibidos: «Me siento bien porque hoy si alcanzaran los pupitres para todos los alumnos y es bueno recibir este apoyo del ministerio (…) La directora está haciendo lo posible por mejorar la escuela, y tener estos pupitres es señal que el Gobierno quiere que nuestros hijos trabajen en mejores condiciones».