La Ministra de Educación, Carla Hananía, recibió el donativo de 3,275 termómetros,de parte del representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), César Falconi, y de la representante del Fondo Especial Japonés, Uehara Kotoko, encargada de cooperación de la Embajada del Japón. Este aporte es en apoyo al esfuerzo realizado por esta cartera de Estado para reabrir los centros escolares públicos en la modalidad semipresencial y opcional.
La entrega se llevó a cabo en el marco de la Cooperación Técnica Regional No Reembolsable No. ATN/JF-18189-RG Proyecto Apoyo a la rematriculación escolar y la recuperación de los resultados de aprendizaje para los jóvenes vulnerables de Mesoamérica en virtud de la pandemia de COVID-19, que busca fortalecer la reinscripción escolar y la recuperación de resultados de aprendizaje.
«Estos termómetros son un recurso invaluable que contribuirá a garantizar las medidas de bioseguridad en nuestras escuelas, ahora que nos acercamos al 6 de abril, fecha en la que retornan a las aulas de forma semipresencial y opcional nuestros estudiantes», expresó la Ministra de Educación, Carla Hananía.
La funcionaria agregó que, «como MINED, desde el comienzo de la pandemia, hemos inculcado en nuestra comunidad educativa la importancia de los filtros escolares y uno de esos filtros es la toma de temperatura al ingresar a las instituciones educativas. Y, para reforzar esa medida de bioseguridad, contamos con la estrecha colaboración del BID y del Fondo Especial de Japón, que hoy nos donan 3,275 termómetros digitales infrarrojos, con una inversión de más de 140 mil dólares».
«Para nosotros, estos termómetros son un recurso invaluable porque nos ayudarán, precisamente, a controlar y contener en nuestros centros escolares la propagación del COVID, mediante la detección de los niveles de temperatura y preservar, así, la salud de nuestros estudiantes y maestros. Y en nombre de la comunidad educativa de El Salvador agradezco a todos ustedes por su contribución, apoyo y por apostarle a que, como país, nuestro retorno a las clases sea realmente seguro», concluyó la funcionaria.
La adquisición de los insumos se realizó con el apoyo de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Centro América y República Dominicana (SE-COMISCA), como parte de los mecanismos de negociación excepcional de precios y adquisición de insumos de protección personal y equipos de monitoreo de la salud, a través de la Negociación Conjunta COMISCA®, que benefició a El Salvador y Honduras. En representación de dicho organismo, se contó con la presencia del Dr. Alejandro Solís Martínez, Secretario Ejecutivo del COMISCA.
En el caso del Ministerio de Educación de El Salvador, este fue beneficiado con un monto de donación de US$ 140,006.25; el país solicitó 2,037 termómetros digitales infrarrojos, cuyo precio reportado fue de US$68.71; gracias a la Negociación Conjunta COMISCA®, la cantidad adquirida para la donación fue de 3,275 termómetros digitales infrarrojos y el precio de adquisición COMISCA fue de US$42.75.
De manera que hubo un incremento 1,238 termómetros infrarrojos adicionales, lo que representa un 60.78% de incremento en la cantidad adquirida y un 37.8% de disminución, con respecto al precio institucional reportado, dejando un beneficio obtenido por la Negociación Conjunta COMISCA® de US$85,034.17.
Según el Secretario Ejecutivo, «este esfuerzo intersectorial es efectivo y es eficiente para ayudar en la respuesta que tenemos que dar ante la pandemia. El 12 de marzo del año pasado, los presidentes de la región del SICA sesionaron y adoptaron una declaratoria en contra del COVID-19, que dio origen a la formulación de un Plan de Contingencia Regional para complementar los esfuerzos que los estados miembros estaban haciendo».
«Una de las actividades de este Plan era poner en práctica el mecanismo de la negociación conjunta de precio, para adquirir medicamentos de alto costo a precios preferenciales y logramos una reducción importante al precio original», acotó Solís.
El Programa Regional está apoyando los esfuerzos de El Salvador por reabrir las escuelas, garantizando un entorno seguro para el aprendizaje y por reducir el impacto de la pandemia de COVID-19 en el retorno semipresencial y opcional a las aulas del sistema escolar, apoyando (al mismo tiempo) a los jóvenes más vulnerables, a fin de minimizar la pérdida de aprendizajes experimentada durante la crisis.
Como Banco, estamos comprometidos en apoyar al Ministerio de Educación y al Gobierno de El Salvador para la apertura y el retorno seguro escolar. La entrega de termómetros viene a reforzar los protocolos establecidos por el Ministerio y de las prácticas de higiene y medidas de bioseguridad complementarias, mencionó el representante del BID, César Falconi. Este financiamiento se logró, gracias al Fondo Especial Japonés, añadió.
Para la directora del C.E. Comunidad El Tule 1, Elizabeth Girón, una de las instituciones favorecidas con la entrega de termómetros, «este donativo me va a beneficiar de gran manera, ya que tenemos centros educativos que, al final, necesitan tanto esta ayuda; este termómetro, cada niño o niña lo va a utilizar de la mejor manera. También estamos agradecidos con el Ministerio de Educación porque se han entregado de forma completa los insumos».
«Es un insumo muy importante para combatir la pandemia del COVID-19, empezando por los filtros, desde la temperatura a la entrada del centro escolar y que cada maestro tenga un termómetro en el aula para seguir tomando la temperatura y seguir los protocolos de bioseguridad», dijo la directora del C.E. Francisco Morazán de Nejapa, Martha Miranda.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene como misión mejorar vidas. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiamiento, a largo plazo, para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe. El BID también realiza proyectos de investigación de vanguardia y ofrece asesoría sobre políticas, asistencia técnica y capacitación a clientes públicos y privados en toda la región.
Por su parte, en 1988, el Gobierno de Japón estableció el Fondo Especial Japonés (JSF) para promover el crecimiento social y económico en los países miembros prestatarios del BID. Junto con su programa de Reducción de la Pobreza, el JSF proporciona financiamiento para actividades de cooperación técnica. Para finales de 2019, el Gobierno de Japón había contribuido al desarrollo de América Latina y el Caribe, a través de estos fondos con 601 proyectos de cooperación técnica, por un total de US $361 millones, en todos los países miembros prestatarios del BID.