Mira sus cultivos con orgullo. Camina inspeccionando las plantas, a pesar de que el sol quema (y mucho). Habla con entusiasmo de su huerto, pero también de sus estudiantes, de sus maestros, de su escuela. Es Carlos Alfredo Cortez, director —desde hace 10 años— del Centro Escolar Caserío Llano Verde, en Jayaque, La Libertad. La pandemia despertó en él su deseo de seguir aprendiendo, por lo que a su computadora, libros y lapiceros se sumaron semillas, fertilizantes y tierra.
En plena cuarentena, Carlos encontró en el diplomado virtual “Cultivando huertos escolares y competencias productivas” un motivo de alegría, de aprendizaje. Pronto inscribió a cinco maestros más. “Han sido muy provechosas estas jornadas que hemos tenido porque la modalidad cambió un poco, en el sentido que suben las tareas, suben la información, suben los videos y uno lo hace en el tiempo oportuno. Yo organizo mi tiempo cuando abro la plataforma y empiezo a aprender sobre la información que allí ponen: videos, guías, etc.”, comentó el director.
Sus palabras se refieren a la dinámica de trabajo con sus estudiantes, 43 de ellos (de entre 4 y 16 años) son beneficiados del diplomado y, el pasado 26 de noviembre, recibieron un kit con diversas semillas, abono orgánico, entre otros. “La mayoría de ellos son niños de Parvularia, kínder 4 y kínder 5. Y allí es doble alcance porque es la mamá con el niño que hacen las actividades”, acotó Cortez.
Y es que, para él, la importancia del huerto va más allá del beneficio económico y la salud de las familias: resalta la convivencia y unidad familiar que genera el trabajo en equipo al cultivar. “Estaba leyendo que el huerto puede incluso ser utilizado como terapia ocupacional. El niño sale de la rutina, deja la televisión, deja los juegos y se involucra en otras actividades que es aprender haciendo. Yo creería que eso viene un tanto a cambiar la rutina diaria y les enriquece el aprendizaje. Y, por supuesto, es mamá e hijos. Y digo mamá porque, según nuestro porcentaje, la mayor parte son hogares desintegrados y es la mamá la cabeza de la familia”, destacó.
Los estudiantes reciben el acompañamiento de los maestros que finalizaron el diplomado de manera virtual, el pasado 8 de diciembre. Reciben videos explicativos sobre el cultivo de cada semilla, el acompañamiento para trasplantar las verduras y hortalizas y solventar cada duda que pueda surgir.
“El hecho de tener el cultivo en la casa podemos verlo de dos cosas; también trabajamos con un programa de ‘Habilidades para la Vida’ y allí le damos mucha importancia al Huerto Escolar. Y viendo la parte económica también, a futuro, vendría a mejorarlo porque ya los $0.15 o $0.25 centavos que invierten en una cebolla o en un tomate, ya no lo van a invertir en eso, sino que ya se ahorraron lo del tomate. Y, optimizando también el recurso, estamos tratando de que el huerto sea orgánico y no lleve nada químico; por lo tanto, creo que es más nutritivo todavía la forma en que se están realizando estas hortalizas”, explicó Cortez.
Más de 2 mil docentes de diferentes especialidades recibieron el Diplomado “Cultivando huertos escolares y competencias productivas”, impartido de manera virtual por el Ministerio de Educación a docentes y directores de centros educativos de los 14 departamentos del país.