El Centro Escolar Belén Villa Palestina, ubicado en San Luis Talpa, La Paz, abrió sus puertas para entregar 390 paquetes de Alimentación Escolar Familiar del Programa de Emergencia Sanitaria (PES) a igual número de padres y madres de familia de estudiantes inscritos en dicha institución.
A pesar del cierre de las escuelas por el estado de emergencia, las familias de 465 estudiantes matriculados en el CE Belén Villa Palestina fueron convocadas para recibir el kit de alimentos, que incluye azúcar, harina de maíz, arroz, macarrones, atol, leche en polvo, sardinas, frijoles, aceite, café, entre otros y —como complemento a los paquetes alimentarios— se entregó leche líquida que es parte de un lote de 2,994,000 litros que serán entregados a las familias beneficiadas por el MINED, para lo cual se han invertido tres millones de dólares.
«Como madres, estamos muy alegres y agradecidas con Dios y con el Ministerio de Educación porque han pensado en nuestros hijos, nos entregan la bendición de los alimentos en estos momentos tan difíciles», aseguró Senia Cisneros, quien ha confiado la educación de sus tres hijos inscritos en Parvularia, tercero y séptimo grado del CE Belén Villa Palestina.
Muy sorprendida, la madre de familia comentó cómo su esposo había perdido su trabajo durante la emergencia por la pandemia: «Mi esposo trabajaba haciendo viajes al aeropuerto y, como fue cerrado, ya no pudo continuar, por lo que nos ha afectado en la parte económica; pero estamos juntos y sanos, y eso es una bendición a la que se suma esta ayuda».
De igual forma, Orbelina Santos, madre de una estudiante de noveno grado, reconoció el valor que los alimentos representan para su familia: «Me siento muy contenta porque, gracias a Dios, hay buenos corazones que nos han enviado estos alimentos, en estos momentos que muchos no tenemos trabajo». A la vez, exhortó a los padres de familia para que aprovechen los alimentos y preparen comida rica a sus hijos, para que les ayude a combatir cualquier enfermedad y hasta el mismo virus.
Con esta ayuda, impulsada a nivel nacional por el Gobierno Central, el Ministerio de Educación busca llegar a los niños y jóvenes de familias ubicadas en municipios categorizados en pobreza severa, ya que no solo se busca la continuidad educativa, sino también la seguridad alimentaria y mejorar el estado nutricional de los estudiantes que forman parte del grupo más vulnerable de la población, debilitando el impacto causado por la pandemia.
Alba Leticia Larín Orantes, directora de la institución educativa, quien junto al resto de docentes distribuyó los alimentos de forma equitativa, recalcó que dicha acción «es una gran bendición para las familias de escasos recursos donde vemos más fácilmente la pobreza»; así también dijo sentirse satisfecha por ser la conexión entre la familia y el PES: «La escuela sigue activa, aunque las puertas estén cerradas».
Fue evidente que, desde el ingreso hasta la salida de los padres de familia de la escuela, los maestros trabajaron en función de garantizar las medidas sanitarias, la seguridad y prevención, de acuerdo a las medidas emitidas por el Ministerio de Salud, a fin de contener los posibles contagios de COVID-19 entre los asistentes.