Ana María Moreno Flores, una niña de 14 años de edad muy alegre y entusiasta, es una estudiante no vidente que vive en el departamento de La Unión, quien a pesar de esta limitante ha logrado desarrollar una gran pasión y habilidad por el atletismo, lo que le ha permitido participar y sobresalir en olimpiadas nacionales e internacionales de dicha disciplina.
La estudiante comentó que por su condición física las cosas no han sido fáciles, tanto en la parte educativa como en la parte social. Inició sus estudios en la Escuela de Educación Especial de La Unión, pero con su espíritu de superación ha logrado incorporarse al sistema regular y, ahora, también asiste al C.E. José Pantoja Hijo.
«A los siete años ingresé a la Escuela de Educación Especial y el obstáculo más grande que he tenido es entrar a la escuela regular, no por discriminación, sino que no estaba preparada para estar en una escuela regular; me costó adaptarme porque estaba acostumbrada a mis compañeros de la otra escuela, pero lo he superado y ahora no puedo estar sin las dos escuelas, me hace falta ir a las dos», contó.
Al ingresar a la Escuela Especial, Ana María tuvo su primera participación en competencias de atletismo. «Todo inició en los intramuros de la escuela, ahí me vieron competir y cómo me desenvolvía en la competencia, y lo hice muy bien. Luego ingresé con Olimpiadas Especiales en San Miguel y, a los nueve años, al Instituto Nacional de los Deportes (INDES). Actualmente estoy en las dos instituciones», detalló.
«Es un reto porque, a pesar de que muchas personas pueden decir no, no lo puedes hacer, todo es poner de nuestra parte. Es un reto complicado, pero que al final, gracias a Dios, a mi familia y a mis maestros, lo he podido llevar a cabo. Es un desafío y lo he logrado vencer. Para mí es un gran deporte, me encanta y significa mucho en mi vida, me ha dado experiencias nuevas; además, la emoción de competir es inigualable», agregó la estudiante.
Antes de cada competencia, Ana María se prepara físicamente: «tres meses antes de la competencia voy al gimnasio, uso la caminadora, la bicicleta, levanto pesas y acá, en mi casa, en las tardes voy a la canchita con mis primas o mi mamá a correr. Es así como he podido ganar resistencia y velocidad para el atletismo».
Su logro más importante fue en 2019, «al participar en los X Juegos Estudiantiles del CODICADER nivel Primario Inclusivos, realizados en Costa Rica, en el mes de octubre, ahí obtuvimos el segundo lugar y logré una medalla. El esfuerzo ha valido la pena y me motivó a seguir en estas competencias; fue una experiencia inolvidable, ya que también estuve compartiendo con atletas de otros países y fue un verdadero reto porque lo hice en competencias internacionales», comentó la estudiante y atleta.
Tomando todas sus medallas ganadas y con una gran sonrisa, Ana María dijo sentirse «muy contenta con lo alcanzado, y todo esto ha sido gracias a mi familia, mi mamá, hermanos y mi maestra de la Escuela Especial, ella me ha enseñado bastante. Gracias a eso yo también pude incorporarme a una escuela regular».
«Ahora, mi sueño sería competir en Olimpiadas Especiales internacionales. Competir con el INDES ya se me ha cumplido; también sueño a nivel profesional ser traductora en idiomas (francés)», afirmó.
Ana María instó a los estudiantes con alguna condición especial a que luchen por cumplir sus sueños y las metas que se propongan: «Les quiero decir a todos los niños que no digamos que no podemos hacerlo, que nos propongamos esas metas y que luchemos por ellas, que tratemos de cumplirlas. Hay que buscar nuestros sueños y nuestras metas y tan solo porque te digan no puedes, no dejes de luchar, sigue adelante».