Inculcar el hábito de la lectura, desde los primeros años de vida, es fundamental para el desarrollo cognitivo del cerebro y despertar la parte emocional de los infantes; pues, a través de los libros, los niños y niñas pueden ampliar sus conocimientos, despertar su imaginación, transportarse a otros mundos y crear capacidad de análisis.
Por ello, en el marco de la Política «Crecer Juntos», que coordina el Despacho de la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele, junto al Ministerio de Educación (MINED), se implementa un plan de fomento de la lectura por medio de la plataforma ODILO LATAM, una biblioteca virtual con más de cinco mil ejemplares digitales de literatura infantil.
Esta acción además de los beneficios mencionados contribuirá a mitigar el efecto de las medidas de aislamiento social, debido a la emergencia por el coronavirus, y también a la continuidad educativa, mientras los centros educativos permanecen cerrados.
Dora Alicia Zacarías es docente de la Escuela de Educación Parvularia de Soyapango, y desde marzo cuenta con un Club de Lectura, con 26 seguidores, llamado «Manlio Argueta». Para ella, este programa «es un tesoro, porque a medida que les van leyendo y señalando las imágenes ellos (los estudiantes) van imaginando y creando. Por eso, trabajar en la lectura desde la primera infancia es lo mejor que podemos hacer, porque no solamente trabajamos la parte cognitiva sino también la parte emocional y el vínculo con los papás, y eso genera empatía».
«Es muy interesante porque está beneficiando a nuestros niños; pues, en este tiempo de pandemia, ellos están en espacios bien reducidos, estresados, y los padres de familia nos cuentan cómo les está ayudando la lectura, les sirve para relajarse, dormirse. Los padres están muy agradecidos de poder acceder a la literatura infantil porque los papás y los niños se pueden dar gusto leyendo y disfrutar de un sinfín de aventuras», señaló la docente.
Asimismo, Ana Esperanza de Araujo, maestra del C.E. Jardines de Selt Sutt, cuenta con su Club de Lectura, nombrado «Jorgelina Cerritos». Ella manifestó que «gracias a esta plataforma se tiene la oportunidad de fomentar la lectura en los pequeñitos; y es interesante el apoyo que nos dan los padres de familia porque ellos son el enlace que nosotros tenemos con los niños, pues muchos aún no pueden leer».
La educadora De Araujo dijo tener 20 seguidores en su Club y comentó que, luego de cada lectura, «les hacemos preguntas generadoras para que los niños las contesten y sean analíticos, que ellos expresen y que también creen sus propias historias, que no se queden solo con lo que el libro dice, sino que utilicen su imaginación y creatividad. Lo que más me agrada es que tengo estudiantes de seis años que ya pueden leer y escribir; ellos están escribiendo sus propios poemas y los papás me dicen que quieren inventar más», agregó.
De Araujo señaló que «el impacto no se va a ver de la noche a la mañana, sino que será a futuro. Yo pienso que, si esto sigue llevando la lectura desde la parvularia, cuando ellos lleguen a noveno grado vamos a tener a estudiantes con diferentes formas de pensar y con capacidad de análisis».
Posterior a cada lectura, los infantes envían un video a las profesoras, en el que expresan las emociones y lo que comprendieron del cuento; por ejemplo, el estudiante Jhonny González, de la sección de seis años, manifestó que: «Me gustó el club de lectura porque aprendí a leer, a conocer las letras, me gustaron los cuentos; pero el que más gustó es Igor, el pájaro que no sabía cantar, y mi parte favorita fue cuando ya no iba a tocar música».
De igual forma, el menor Oscar Pineda expresó que, gracias a la lectura, «está trabajando mi mente y mi papá y mamá me lo están leyendo. A todos los alumnos les gustan los cuentos y a mí también».
Por su parte, las docentes Zacarías y De Araujo instaron a los padres de familia a que «aprovechen esta etapa de primera infancia, ya que es crucial y definitiva porque el cerebro está en desarrollo. Por eso les invito a que les lean cuentos a sus hijos, que tengan una lectura conversacional para que el niño vaya imaginando, creando y desarrollando muchas habilidades», dijo la docente Zacarías.
«Invito a los papás a que fomenten la lectura desde muy pequeñitos, es un hábito que no se olvida. Yo soy un ejemplo de ello, pues desde muy pequeña mi papá me inculcó este hábito, y, si seguimos así, vamos a tener los resultados que esperamos», acotó De Araujo.
Es de mencionar que este proyecto inició con cuatro clubes digitales en el departamento de San Salvador, beneficiando a 100 niños y niñas y sus familias; en los próximos meses, se espera ampliarlo a 250 clubes y cinco mil infantes, a nivel nacional. Además, se está capacitando a 250 docentes y más de 300 voluntarios, así como también al 100 por ciento de los Asistentes Técnicos Pedagógicos (ATP).