El Ministerio de Educación da seguimiento al Programa de «Becas El Mozote» que se ejecuta por un periodo de cinco años. Son 137 personas las que se benefician con estudios académicos, desde Educación Básica hasta Educación Superior; los becarios son familiares de las víctimas de la masacre de 1981.
Carlos Ernesto Claros tiene 24 años, es estudiante de Ingeniería en Sistema de la Universidad Tecnológica de El Salvador. Es hijo de Roberto Claros (sobreviviente de la masacre El Mozote, Morazán). Él manifestó la importancia de gozar con una beca: «Recibimos un aporte económico cada mes y lo invertimos en el pago de la cuota universitaria y compra de libros ( ) con los estudios se honra a las víctimas de la masacre El Mozote, porque tenemos este aporte en nombre de nuestros familiares que fallecieron en Morazán».
Carlos dice que en la masacre (diciembre de 1981) murió su abuelo y una tía. El padre de Carlos fue desplazado junto con su familia y se asentaron en Lourdes, Colón. «No es fácil para mi familia tener ese terrible recuerdo, pero los jóvenes tenemos metas y, gracias a la beca, estoy por graduarme de Ingeniero en Sistema, pero voy a continuar los estudios con un Postgrado o Maestría», dijo.
El programa de Becas El Mozote se implementa desde 2019 y tendrá alcance hasta el 2023, y beneficia a 97 personas de la zona oriental del país; así como también a 40 que residen en Lourdes, Colón.
«La beca da cobertura desde nivel básico hasta nivel superior ( ) en la reunión estaban presentes los becarios de Lourdes, Colón. 30 de ellos estudian Educación Superior: desde ingeniería, licenciaturas, abogados y estudios técnicos superiores», explicó Eunice Alfaro, del MINED, y agregó que «la beca no tiene ninguna exigencia de notas; sin embargo, las notas de los becarios van desde siete hasta nueve de calificación».
En la reunión entre autoridades del Ministerio de Educación y becarios se discutió la posibilidad de que los becarios visiten la zona de El Mozote y reflexionen sobre lo que pasó en diciembre de 1981. El Ministerio de Educación sigue cumpliendo con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, como un firme compromiso que adquirió el Estado. El MINED ha invertido en la construcción o rehabilitación de centros educativos y la entrega de becas a la segunda y tercera generación de familiares de las víctimas de la masacre.