Docentes y facilitadores comunitarios de 12 departamentos, a excepción de La Paz y Ahuachapán, iniciaron la sexta semana de formación en liderazgo musical comunitario ¡Soy Música!, una iniciativa del Ministerio de Educación (MINED), a través de la Dirección Nacional de Prevención y Programas Sociales.
El proceso de formación docente ¡Soy Música! busca desarrollar capacidades de liderazgo musical comunitario, utilizando la música como herramienta pedagógica, la cual permite el desarrollo de la convivencia y la práctica de actividades que promueven la paz. Los valores que se trabajan son: creatividad, inclusión, seguridad, calidad e igualdad.
«Soy Música es una herramienta que nos sirve para reafirmar estos valores de inclusión, de convivencia, de igualdad, equidad y agradecemos por la labor que ustedes (docentes y facilitadores) están haciendo en sus salones de clases o en sus comunidades. El MINED se siente orgulloso de verlos a ustedes comprometidos con este trabajo para que en nuestro país disminuya la violencia y estas desigualdades que hemos tenido históricamente», dijo Santiago Flores, Director Nacional de Prevención y Programas Sociales.
Por su parte, Ana Badilla, vocera de iniciativa Spotlight, del Sistema de las Naciones Unidas en El Salvador, manifestó que «esta es una iniciativa que desarrolla las Naciones Unidas en Asia, África y América Latina y el Caribe y que busca apoyar los esfuerzos para enfrentar, principalmente, el feminicidio y la violencia feminicida y desde esa iniciativa es que se está apoyando este Proyecto de «Soy Música».
Los responsables de la formación son los especialistas de la organización Musicians Without Borders: Amanda Koser Gillespie (Irlanda del Norte), Miguel Ortega (España), y Otto de Jong (Países Bajos).
A la fecha, los logros cuantitativos de Soy Música son: 2,059 niñas, niños y adolescentes han participado en las réplicas de la metodología; 18,674 niñas, niños y adolescentes reciben la metodología por parte de sus docentes; 2,225 niñas, niños y adolescentes han participado en eventos comunitarios Soy Música; 95 docentes y facilitadores comunitarios han sido capacitados por Musicians Without Borders (Cohorte 1 y 2).
Asimismo, 118 de la Cohorte 3 están siendo capacitados por docentes y facilitadores de la Cohorte 1; además de 604 docentes que han recibido réplicas de la metodología por parte de los docentes y facilitadores comunitarios de la Cohorte 1.
«Es un Programa maravilloso, cambia vidas completamente a través de la música porque les enseñamos a los estudiantes que pueden construir una serie de valores, no solo con clases como ellos están acostumbrados, aunque todo es muy importante, la ciencia, el lenguaje, la matemática; pero, cuando ellos ven un salvoconducto como la música y empiezan a encontrar un camino diferente, eso va cambiando y marcando la vida de los estudiantes. Es un programa que está beneficiando de gran manera a los estudiantes», dijo la docente Febe González.
Asimismo, el maestro Miguel Cáceres expresó que este Programa «es una excelente herramienta para nosotros como docentes, ya que hacemos replicar con los niños y ahora estamos en la etapa con docentes. Los niños, felices, aprenden a ejecutar instrumentos musicales; ya su tiempo libre ya no lo dedican a lo malo, ya que en su casa pueden (con una flauta o una cubeta) pueden hacer música».
«A mí, como docente, me ha ayudado grandemente a cambiar perspectiva de cómo enseñar. Antes era muy disciplinada, ahora soy más abierta con los niños, tengo más espacios para pensar cómo enseñar lo que a ellos les cuesta ( ) por ejemplo, yo tenía problemas con la formación de cantidades con los niños de segundo grado y, a través del juego y la música, los niños van codificando más lo que son las unidades, decenas y centenas; ahora aprenden con más alegría, eso me ha dado buen resultado», señaló la docente María Rivas.
Soy Música también forma parte de las acciones emprendidas con el Plan Control Territorial y, en el marco de esta estrategia, los estudiantes desarrollan actividades y dinámicas utilizando instrumentos creados por ellos a base del reciclaje.
Además, se estimula la creatividad para crear ritmos con percusión corporal y la creación de emociones. Estas acciones les permiten integrarse en equipo, de forma amena, fomentando la inclusión y la convivencia en la comunidad y la escuela.
