Quince centros educativos del departamento de La Paz participaron en la feria de logros y avances obtenidos en la implementación de huertos y granjas escolares, acción que busca visualizar estos logros generando la integración de los estudiantes, relacionándolos a sus competencias productivas y ciudadanas a través de procesos educativos participativos e integrales.
Tomates, pepinos, lechugas, berenjenas, limones, elotes, camotes, chile, loroco y otras verduras, que ellos mismo cultivaron en sus huertos, así como gallinas y conejos, son algunos de los productos que los estudiantes utilizaron para poder elaborar alimentos como: ensaladas, atoles, refrescos naturales, pupusas, etc. Preparaciones que fueron degustadas y adquiridas por las personas que asistieron a la feria.
«Estamos conociendo todos estos grandes esfuerzos que se hacen desde cada una de las escuelas, proyectos que integran a los estudiantes, docentes, directores y padres de familia, pues este tipo de eventos integra a la comunidad y ponen ese empeño para que todos tengamos refuerzos alimentarios integrados hacia una misma visión, la alimentación», dijo Cándido Palacio, Director Departamental de Educación de La Paz.
Los huertos escolares son una importante herramienta como recurso pedagógico y para el fortalecimiento del refrigerio escolar y de las capacidades de la comunidad educativa, a través de procesos de producción agrícola, conservación del medio ambiente, educación nutricional, fortalecimiento del refrigerio escolar y emprendimientos.
«Tenemos cinco años trabajando con los jóvenes en el huerto escolar, a través del servicio social estudiantil, poniendo en prácticas estos conocimientos (tanto en la escuela como en sus casas) y las cosechas que obtenemos son un suplemento vitamínico en la alimentación de los alumnos; el Estado nos regala algunos ingredientes y nosotros agregamos las hierbas y verduras, ahora los alumnos ya no se nos duermen en clase», expresó Cecilia de Grande, directora del C.E. Profesor Carlos Lobato.
Asimismo, los huertos y granjas se convierten en un espacio inclusivo e integrado donde interactúa toda la comunidad educativa; con esta metodología se ofrecen grandes beneficios como: el mejoramiento del rendimiento escolar de los estudiantes, contribuye a la reducción de la violencia, formación de valores, genera conocimientos agrícolas, promoción de hábitos alimentarios saludables, entre otros.
«Es un beneficio para toda la población, adquirimos conocimientos, ya sea para trabajar la tierra, para el cuido de las plantas y también las consumimos ( ) nos sentimos orgullos. Al principio lo encontramos deteriorado y tuvimos que trabajar, limpiar las verduras que se obtienen de acá se utilizan para hacer ensaladas, esto nos ayuda a alimentarnos mejor», señaló la estudiante Adela Beltrán.
Igualmente, el estudiante Elmer Rodríguez, dijo que le parece bien esto de la producción y consumo de productos agrícolas, «pues estamos consumiendo alimentos orgánicos, porque no llevan abonos ni insecticidas químicos, me siento orgulloso porque de nuestras manos salió un fruto excelente y también porque convivimos con nuestros compañeros».
La utilización del huerto como recurso pedagógico para las diferentes disciplinas, también contribuye a la permanencia del estudiante en el centro educativo, la creación de conciencia y cuido del medio ambiente, fomenta el uso positivo del tiempo libre, debido a que la metodología de huertos y granjas escolares es desarrollada en cuatro componentes: producción y medio ambiente, educativo, seguridad alimentaria y nutricional y preventivo.
Actualmente, se cuenta con 1,955 huertos escolares distribuidos en los 14 departamentos del país; para dar asistencia, tanto al huerto escolar como a la granja, se cuenta con un presupuesto de 1 millón 655 mil dólares.
