El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT), a través del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), desarrolló el taller «La Formación Inicial Docente en Educación Básica desde una mirada interdisciplinar» con el objetivo de realizar un levantamiento de necesidades y demandas para la Formación Inicial Docente (FID) de 1º y 2º ciclo de Educación Básica.
Durante el evento, el coordinador ad honorem del INFOD, Carlos Rodríguez Rivas, aseguró «para el INFOD, desde su creación, la educación básica es central por varias razones; porque a pesar de que es el nivel en el que tenemos mayor cubertura, es también el nivel que garantiza la minoría del fracaso escolar>>.
<<La cobertura en Educación es una especie de campana, en la que tenemos una cobertura muy baja en el nivel inicial, que crece en el nivel básico, de primero a sexto grado, y que comienza a caer progresivamente en tercer ciclo y educación media, y es porque los niños no están aprendiendo a leer, no están aprendiendo matemáticas, en su función básica, que le garantice una educación superior», Afirmó Rodríguez Rivas.
Andrea Planas, coordinadora de Desarrollo e Innovación Curricular del INFOD, expresó que <<a pesar de que un equipo de expertos y especialistas ha estado trabajando en esto, necesitábamos también tener una visión, de la región, de cómo ver la nueva propuesta de los programas. Nos estamos enfocando en los planes de estudio de la FID. Desde 2018 trabajamos en una revisión crítica de estos planes, pasando por diferentes fases, tanto diagnóstico como orientaciones curriculares y ahora estamos en la fase de necesidades y demandas>>.
El doctor en ciencias químicas y catedrático de la Universidad de El Salvador (UES), Orlando Canjura Urrutia, razonó que «hay que aprender la función docente en función del educando, no perder de vista que algunas veces solo lo vemos en función docente ( ) el docente está inmerso en un mercado laboral, en una realidad socio económica-política, y eso demanda generar competencias y experticias para atacar ese universo unitario que es el educando».
<<Debemos situarnos, no desde qué profesor queremos formar, sino qué niño salvadoreño es el que se quiere formar. Para eso hay que reconocer al niño salvadoreño, el imaginario en el que está construido, cómo es que se proyecta, y luego pensar en el profesor para ese niño. Si no, no va a tener sentido, nos va a pasar como a otros países que seguimos formando profesores, buenos profesores, pero siempre pensando en el adulto, no desde la mirada del niño>>, concluyó Karina Villaroel, especialista chilena.