Félix y Oswaldo estaban impacientes de regresar a su nuevo centro educativo remodelado. Ambos chicos son estudiantes del Primer Ciclo del Centro Escolar Caserío El Carrizo. Al igual que ellos, la misma emoción era compartida por los estudiantes del Centro Educativo Caserío San Francisco, las dos instituciones pertenecientes al municipio de Jicalapa, departamento La Libertad.
La escuela derruida con techos dañados, sin ventanas y con instalaciones antipedagógicas quedó en el pasado. Para colmo, el Centro Escolar El Carrizo (que tiene 30 años de haber sido fundado) nunca se había intervenido hasta este año. Así afirmó Mauricio Romero, padre de familia.
Sin embargo, ahora el panorama era totalmente diferente. La directora Soraya Lemus daba fe de los cambios mientras describía las obras que se están realizando:
«Nuevos techos, nueva cocina, ventanas tipo francesas… hasta han puesto cerámica en todas las aulas. También han remodelado los juegos recreativos, renovaron la dirección, han cambiado el sistema eléctrico y colocado nuevos servicios sanitarios (…) La escuela quedará como nueva porque en la fase 2 van a colocar una cerca perimetral nueva con rampas».
Dicho centro educativo atiende a estudiantes desde Parvularia hasta 6º Grado. Los padres de familia esperan recibir las nuevas obras donde sus hijos estudiaran en mejores condiciones y en un ambiente seguro.
Mientras tanto, en el Centro Escolar Caserío San Francisco, las cuadrillas trabajan ocho horas sin descanso para garantizar condiciones infraestructurales adecuadas para los niños y adolescentes. Los alumnos desde lejos observaban y se sentían entusiasmados por regresar a las instalaciones.
«Está quedando bonita la escuela», expresó Rosita, alumna de 4º Grado, quien anhelaba volver a aprender en su aula transformada. La institución educativa fue fundada en 1999, pero hasta ahora ha sido intervenida en su totalidad: nuevos techos con forros térmicos, pintura general, pisos con cerámica y nuevas ventanas estilo francesas.
Pero eso no es todo, pues se ha recuperado la cancha de básquetbol y mejorado el salón de usos múltiples. En pocos días, los 84 alumnos regresarán motivados a sus clases en su nueva escuela.
El Ministerio de Educación hace una fuerte inversión para crear ambientes seguros, cómodos y dignos para estudiantes y docentes. Las opiniones de la comunidad educativa son positivas porque han visto la transformación de una escuela tradicional y en ruinas a un centro educativo moderno con un ambiente pedagógico que contribuye al aprendizaje.