El ministro de Educación, Mauricio Pineda, participó de manera virtual en el Foro «Aprendizaje temprano de calidad: nutrir el potencial de los niños», organizado por el Banco Mundial con el propósito de destacar la importancia de invertir en la educación durante la Primera Infancia.
Este evento reunió a responsables de formular políticas, líderes educativos, investigadores, entidades de financiamiento y profesionales de todo el mundo que buscan mejorar la calidad de la educación en la Primera Infancia. Además, en dicho evento virtual se abordan los desafíos y éxitos de todos los países para crear un sistema de educación en la Primera Infancia eficaz y equitativo a lo largo del tiempo.
Durante su intervención, el ministro Pineda destacó el compromiso del Gobierno del Presidente Bukele, con el apoyo total del Despacho de La Primera Dama, para eliminar los círculos del subdesarrollo vinculados a la atención de la Primera Infancia:
«Gabriela de Bukele presentó ante la ONU y UNICEF la política Crecer Juntos, que es el nombre de la política integral para el desarrollo de la Primera Infancia, la cual busca que la niñez de El Salvador alcance su máximo potencial de desarrollo con atención de calidad en salud, nutrición, educación, aprendizaje, cuidados y protección».
Según explicó el titular de Educación durante el foro, «la implementación de la política Crecer Juntos se convierte en el mayor desafío que este Ministerio asume a favor de la Primera Infancia, específicamente lo relativo al eje de educación y cuidado. Por supuesto, este se vincula con salud, nutrición, ambientes y entornos protectores y protección de derechos; que estratégicamente son los cuatro ejes principales de dicha política».
Los datos históricos de cobertura educativa reflejan una deuda acumulada de atención a la Primera Infancia, a lo que el ministro Pineda comentó al panel:
«A manera de ejemplo, para el año escolar 2021, 563,885 niñas y niños en edad escolar entre 0 y 7 años no fueron matriculados en nuestro sistema educativo. En este sentido, dicha condición histórica asumida por el Ministerio de Educación y el Gobierno de El Salvador llevó a crear el nivel de «Educación Inicial» que comprende la atención para niñas y niños de 0 a 3 años de edad; igualmente estableció el «nivel de Educación Parvularia» para la población escolar entre los 4 y 6 años, más el Primer Grado de Educación Básica, donde se matricula a los estudiantes con 7 años de edad».
Durante la reunión virtual, los participantes evidenciaron que el Gobierno de El Salvador no sólo se ocupa de formar a las generaciones de ciudadanos y ciudadanas que necesitará en su futuro inmediato, sino que también está trabajando por atender el aprendizaje temprano de la Primera Infancia en el país.
«Nos hemos propuesto romper este círculo para poder heredar a las generaciones presentes y futuras un futuro más idóneo; pretendemos formar ciudadanos integrales desde la gestación, el nacimiento y a lo largo de esa edad de oro, que es la Primera Infancia, donde el Ministerio de Educación participa activamente y prevé que para el año 2030 haya disminuido la proporción de niñas y niños de 0 a 7 años con rezago de desarrollo. Por ello es que somos uno de los pocos países de la región que han aumentado su presupuesto en educación en estos años de pandemia», concluyó.
Por su parte, el Banco Mundial presentará el libro del Foro Aprendizaje temprano de calidad: nutrir el potencial de los niños, que recogerá el trabajo de algunos de los principales académicos y expertos en ejecución en el campo del aprendizaje temprano y el desarrollo infantil para compartir información sobre los diferentes aspectos de la educación de calidad en la Primera Infancia; así como las orientaciones para la implementación de dichos programas.
Los organizadores informaron que cada capítulo se centrará en un tema específico y contendrá un análisis de evidencias e ideas prácticas y viables con las que se orientará la ejecución de diversas iniciativas en los países de mediano y bajo ingreso. Esta iniciativa se realiza con el objetivo de garantizar a los lectores la disponibilidad de encontrar estrategias basadas en pruebas para prestar una educación de calidad y a gran escala para la Primera Infancia.