El Instituto Nacional del municipio de San Fernando, en el departamento de Chalatenango, sigue trabajando de forma semipresencial. Los estudiantes de Educación Media tienen sus metas definidas: ser profesionales en Salud, Ingeniería o en Derecho. Ellos ya cuentan con la herramienta tecnológica que les proporcionó el Ministerio de Educación (MINED), lo que les permitirá cumplir sus sueños académicos.
El municipio de San Fernando, está ubicado a 140 kilómetros de la capital, en medio de montañas y cerros que lo rodean. A sus pies, las aguas cristalinas del río Sumpul corre por toda la ciudad, al norte colinda con el municipio de Ocotepeque, Honduras.
Las vistas desde las montañas son espectaculares, en el horizonte se observan los volcanes de nuestro país. Del municipio de Dulce Nombre de María hasta San Fernando, hay una hora y 20 minutos de camino, entre pinos, flores, cafetales y bosque virgen. Es una belleza de paraje natural. Allí está San Fernando, su gente, sus jóvenes.
El instituto nacional comparte territorio con el centro escolar. Los apellidos más conocidos son: García, León, Deras, Guerra y Sánchez, entre otros. La piel clara de sus habitantes predomina en ese lugar, los ojos de color amarillo, verdes y café claro se ve por todos lados.
El bullicio en el Instituto Nacional rompe el silencio de la vieja ciudad. Cada estudiante cuenta con su computadora personal entregada recientemente por el Ministerio de Educación. A las clases virtuales o presenciales siempre están presentes el cien por ciento. No hay más diversión que estudiar, navegar por el universo virtual, charlar y prepararse para los retos de la vida.
Algunos estudiantes ya tienen más clara su meta: Alejandro estudiará Ingeniería en Aeronáutica; Kathya quiere ser abogada; Carlos quiere ser ingeniero en Sistemas; y a Dayana le interesa el tema de Salud. «Me gusta la mecánica de aeronaves, ya estoy buscando información al respecto (…) yo sé que esto abre las puertas al mundo y quiero ser un ingeniero en Aeronáutica», dijo Gabriel Alejandro García Márquez. Por su parte, Kathya Marisol Guerra Henríquez expresó: «Quiero estudiar leyes y ayudar a mi gente de San Fernando, resolver los problemas jurídicos que hay en esta zona, como trata de blanca, violencia intrafamiliar y otros».
Recibir las computadoras de parte del Gobierno ha incentivado a los jóvenes a pensar en carreras profesionales, explicó el director de la institución, Manuel Adonay García Martínez, «tanto docentes como estudiantes hemos recibido las computadoras, lo cual facilita el trabajo académico que nos mandata el currículo escolar (…) También facilitamos a los jóvenes la cobertura de internet para que los alumnos puedan estudiar sin problema. Igualmente, apoyamos a los jóvenes a definir la carrera universitaria que desean, eso nos llena de orgullo, que quieren ser profesionales», concluyó el director García, quien lleva cuatro años trabajando en esa zona.
En el municipio de San Fernando se desarrollan actividades agrícolas, de ganadería, comercio y preservación del medio ambiente; por tanto, los estudiantes sueñan en grande para poner en alto su terruño y darle vida a esa zona única en la campiña salvadoreña.