Mirna Dinora Bonilla de Romero es maestra y cuenta con 42 años de experiencia impartiendo clases en Parvularia y Educación Básica. Su principal legado ha sido el desarrollo de buenos estudiantes y profesionales de la ciudad de Chinameca, en San Miguel.
A las ocho de la mañana, abre las puertas la Escuela de Educación Parvularia Federico Froebel (nombrada así en honor al alemán creador de los kindegarten, en el siglo XIX). La directora, Rosa Elena de Ulloa, tiene registrados 400 niños y niñas de Educación Inicial y Parvularia, y la institución es una de las más reconocidas en la ciudad.
La seño Mirnita, como se le conoce a la maestra de Romero, llega temprano a la sección 5-A, le gusta preparar la clase y ordenar el aula. Poco a poco, recibe a sus niños y niñas. El Buenos días se repite 12 veces. La clase es semipresencial y ella se afana en ponerle mucho entusiasmo.
«Me enorgullece ser maestra, son 22 años en el nivel de Parvularia y me gusta enseñar valores, moral y civismo a los pequeños ( ) cada mes hablamos de un valor, pero yo lo refuerzo cada día para que les quede en la mente y en el corazón de cada uno», menciona la docente.
En el aula se respira el respeto mutuo entre los compañeritos, los valores se practican a cada momento; hay responsabilidad, solidaridad y amistad. Tampoco pueden faltar las palabras mágicas para dar las gracias y los buenos días.
Asimismo, la profesora refuerza la enseñanza con apoyo de la libreta Crecer y Crear Juntos para niños y niñas de 4 y 6 años, que entregó el Despacho de la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele. «Con esta libreta los niños conocen los colores, los juegos, canciones infantiles, e historias que hacen soñar a los pequeños», recalca.
El Ministerio de Educación (MINED) orientó a los docentes a facilitar el aprendizaje (junto a los padres de familia) para el pleno desarrollo de los hábitos, habilidades y destrezas de los infantes.
Y eso, precisamente, enseña la maestra Mirnita, ya que fortalece los valores, a la vez que fomenta el amor por la naturaleza y se esmera porque sus alumnos conozcan su entorno natural: «Cantamos al medio ambiente, ellos deben proteger los árboles, los pajaritos, su entorno como esta Parvularia que cuenta con juegos en medio de plantas naturales ( ) hay todo tipo de juegos, pero que se vuelven un aprendizaje en cuanto a conocer números, colores y letras».
Por su parte, los padres de familia dejan a sus pequeños en buenas manos, con una maestra dedicada, cariñosa, paciente, quien estuvo en contacto, por medio de videos, con los alumnos durante la pandemia del COVID-19. «Mi principal estrategia es el acercamiento con los padres de familia, la convivencia con los niños y niñas; sembrar la semilla de la educación y ver el desarrollo de su personalidad ( ) voy por la calle, mercado, en cualquier lugar me encuentro con exalumnos y corren a abrazarme, ese es el mejor premio para mí», reconoce la seño Mirnita.
Ella asegura que la labor del maestro no debe quedar encerrada en las cuatro paredes del aula, sino que debe salir de la escuela, a cualquier hora, en la noche, los fines de semana, pues el sacrificio vale la pena.
La docente aprovecha que el próximo 22 de junio se celebra el Día del Maestro y envía un saludo a todos los docentes comprometidos con la educación de las futuras generaciones, recordándoles que «en nuestras manos está sembrar la semilla del saber para formar personas de bien».
Chinameca es conocida como la ciudad de los totopostes y tustacas, productos tradicionales elaborados por sus pobladores. Es una ciudad que luce unas calles limpias y tranquilas, donde las casas son cobijadas por el manto de la neblina que baja de la sierra.