Carlos Horacio Naldino Flores y Juan Francisco Landaverde, docentes de vocación, llevan toda una vida ejerciendo la docencia con mucho amor y entrega a sus estudiantes. Ambos tienen más de 30 años de ser parte del cuerpo docente del Complejo Educativo “Carlos Lovato”, en Zacatecoluca, La Paz.
Desde su fundación, hace 38 años, miles de estudiantes han salido de este centro educativo, y han tenido el privilegio de contar con docentes cuya principal característica es su preocupación por el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus alumnos; especialmente, durante la actual pandemia por COVID-19, situación que les llevó a implementar la estrategia de acercamiento “De casa en casa, hasta la palma de sus manos” para evitar la deserción estudiantil.
La directora de la referida institución educativa, Cecilia de Grande, y su cuerpo de maestros delinearon dicha estrategia de búsqueda, visita y acompañamiento a los estudiantes que tenían problemas de acceso a internet o que, por alguna razón, no recibían la guía educativa distribuida por el Ministerio de Educación (MINED).
Los maestros Naldino y Landaverde se dieron a la titánica tarea de ubicar el lugar de residencia de los estudiantes para llevarles las guías educativas hasta la puerta de sus casas y entregarlas en sus manos. «Tenemos estudiantes en la zona rural, en cantones o que viven cerca del penal, donde no hay cobertura de internet (…) hasta allá vamos a entregar las guías y apoyarles en las clases», dijo el profesor Flores, quien es especialista en Matemática y Ciencia Física, con 38 años de ejercer la docencia en el “INCE”, como orgullosamente llama la comunidad educativa a su institución.
La sorpresa de ver llegar a los docentes a las casas no era para menos, «los padres de familia y los alumnos se mostraban grandemente sorprendidos de nuestra visita hasta la casa y el hecho de conversar con ellos. Nunca había sucedido una visita del maestro a la casa del estudiante”, acotó Flores.
Por su parte, Landaverde, profesor de Lenguaje y Literatura, tiene 33 años de brindar clases en el “INCE”. Señaló que hay lugares de difícil acceso o estudiantes que (durante la cuarentena) no tenían ni teléfono para revisar las indicaciones académicas: “Todos los días íbamos a visitar alumnos, les llevamos las guías y de paso recogíamos las guías resueltas para evitar que el alumno se expusiera (…) con esta actividad hemos mantenido al estudiante cercano a su centro educativo”, manifestó.
Ambos docentes son maestros de vocación, con muchos años de experiencia, y a quienes no les importa la distancia o las dificultades del terreno que tengan que atravesar para llegar hasta las casas de sus estudiantes. “Algunos jóvenes son de escasos recursos, pero al llegar a su hogar se sienten alegres y les damos ánimo para seguir adelante (…) habría que comprender las condiciones de los estudiantes, evaluar y apoyar para resolver las guías educativas”, expresó Flores. Por su parte, el maestro Landaverde no ha permitido que la matrícula de su escuela disminuya, su premisa para evitarlo es “Ponle amor y una sonrisa a todo lo que haces en la vida”.
En el marco de esta pandemia mundial que se atraviesa, los titulares del MINED han destacado, en reiteradas ocasiones, la ardua labor de cada docente, ya que han sido (y siguen siendo) una pieza clave en la ejecución y desarrollo del Plan de Continuidad Educativa, puesto en marcha con la finalidad de que los estudiantes no pierdan el año escolar.
Docentes innovadores, docentes creativos, docentes comprometidos y en total entrega con sus estudiantes son los que esta situación de crisis, por la pandemia, nos ha permitido conocer y saber que, en la ardua tarea de formación, se cuenta con tan valioso recurso humano.
El C.E. Carlos Lovato, es una de las instituciones más reconocidas en la ciudad de Zacatecoluca, tiene una matrícula arriba de mil estudiantes, desde Parvularia hasta Educación Media, siendo su oferta académica: Bachillerato General, Bachillerato Técnico en Servicios Turísticos, Desarrollo de Software, Asistencia de Salud y Administración Contable.