El Centro Escolar Florencia Rivas, del municipio de San Rafael Cedros, Cuscatlán, es uno de los 50 centros educativos que el Ministerio de Educación (MINED) ha puesto a disposición como albergue ante la amenaza de Iota, el huracán que entró como depresión tropical al territorio salvadoreño.
Son 45 las personas albergadas, de 16 familias, en su mayoría menores de edad, las cuales fueron evacuadas de sus viviendas que se encuentran en zonas de alto riesgo. «Como institución, hemos trabajado conjuntamente con la Comisión Municipal de Protección Civil desde la anterior tormenta (Eta) y, en esta ocasión, desde hace dos días (martes 17) evacuamos a 16 familias que hemos instalado en 12 salones de clases, ubicados por grupo familiar, con las condiciones necesarias para su seguridad», indicó Carlos Armando Flores Godoy, director del CE Florencia Rivas.
Aunque sus sonrisas se escondieran tras las mascarillas que usan, debido a la pandemia por COVID-19, los 24 niños alojados en el centro de estudios gozaban de una mañana llena de actividades lúdicas que les liberaba de tensiones, haciéndoles salir de su rutina diaria y obteniendo, a la vez, un poco de placer, diversión y entretenimiento.
Flores Godoy señaló que «como Ministerio, no solo hemos colaborado con las condiciones físicas de la escuela como albergue, sino que también estamos dando atención psicológica y educativa a través de los Asistentes Técnicos de Primera Infancia (ATPI)».
De ahí que Ana Elsy Girón de Castillo, referente territorial de esa área, quien jugaba con los chicos del albergue, muy emocionada, manifestó: «Les traemos un momento de atención y de alegría, lo que les permite desenfocarse del peligro que hay en sus viviendas (…) vemos que tienen necesidad de conversar porque tienen crisis, debido a eventos vividos en sus familias. A veces, los vemos llorando porque quieren estar en sus casas, también sienten tristeza porque han dejado a otros familiares cuidando sus pertenencias y es así como buscamos brindar atención oportuna».
Por otra parte, el coordinador del albergue, Santiago Crespín, comentó que «como Comisión de Protección Civil, decidimos evacuarlos preventivamente, en vista de las condiciones climáticas. Consideramos que las áreas del albergue están bien preparadas con distanciamiento; también contamos con personal de la Unidad de Salud, que está monitoreando a los beneficiados. Los alimentos son preparados externamente por una empresa contratada por la Alcaldía de la localidad, y la seguridad es atendida por la subdelegación de la Policía Nacional Civil (PNC) de la zona, entre otros aspectos que ayudan a dar una mejor atención a las 16 familias».
Mileidy Vanesa Soriano, quien llegó al albergue con sus dos hijos y su cuñada, dijo sentirse segura y feliz «porque estamos bien atendidos, tenemos doctores, la comida no nos hace falta, estamos cómodos con los camarotes y colchonetas que nos dieron, aunque también me siento angustiada porque mi mamá y esposo están en la casa». Mileidy participó de las actividades lúdicas junto a sus hijos y exhortó a la población (que vive en lugares de riesgo) a no resistirse durante las evacuaciones: «Pensemos en nuestras familias, evitemos una tragedia, el Gobierno nos da la mano y nos ayuda en momentos difíciles», puntualizó.
