Armando Crespín Henríquez, estudiante de quinto año de la carrera Ingeniería en Control Eléctrico, de la Universidad Francisco Gavidia, siempre ha tenido el buen hábito de compartir sus conocimientos y habilidades en las Ciencias y la Matemática con estudiantes de diferentes niveles educativos, a través de clases virtuales totalmente gratis.
El joven universitario comenta que esta iniciativa surgió «cuando conocidos me preguntaban sobre varios temas; pero, a medida se fue dando esto de la pandemia (por el coronavirus) fueron más frecuente las preguntas, y yo nunca me he negado a ayudar. Vi tanto la necesidad, que di mi contacto a mis allegados y ellos lo compartieron con sus personas de confianza y fue así como se hizo viral».
«Pude ver la necesidad de las personas ante esta situación, ya que muchos no pueden comprender con exactitud algunos temas, necesitan una guía, una guía como persona, que lo esté llevando en el camino de la educación y de ahí surgen las clases gratis», agregó Armando.
Al principio, eran clases para familiares y amigos, pero el éxito fue tal, que la demanda creció considerablemente; incluso ha traspasado fronteras, también le han llamado estudiantes de Costa Rica.
Por ello, Armando se vio en la necesidad de apoyarse con otros estudiantes voluntarios: «Al inicio se me unieron tres y, ahora, el equipo está conformado por siete personas que estudian cuarto y quinto año de carreras como Ingeniería Mecánica, en control eléctrico y mecatrónica», explicó.
Actualmente, el equipo de universitarios atiende a 133 estudiantes, desde primer grado hasta el nivel universitario. Cada mañana, Armando distribuye los temas con sus compañeros (según las temáticas) y así poder cubrir la demanda. «Los temas van desde las ciencias básicas y se desglosan entre Química, Física, Matemática y Electricidad, esos son los temas más frecuentes que nos solicitan», indicó.
Armando está consciente de que no todos los estudiantes tienen las mismas oportunidades; por eso, implementó un programa para clasificar la enseñanza a través de tres tipos: «los que tienen computadora e internet, los que no tienen computadora, pero sí internet; y los no tienen computadora ni internet (estos últimos se apoyan de un recurso de un familiar o vecino). Esto lo toca a uno, porque cuando se está en la comodidad de su casa y ha tenido oportunidades, no sabe lo que es estar en esa posición», añadió.
Además, expresó que no ha sido fácil, pues también ha tenido que combinar el tiempo de enseñanza con sus estudios. Para ello, se vale de «ser muy organizado, acostumbrado a trabajar y tener tiempo libre y, ahora, ese tiempo de sobra que tengo me dio la pauta para poder hacer esto».
«El mayor agradecimiento, para mí, es saber que hice algo bueno. Enseñarle a alguien algo que puede ser muy fácil para mí, pero para ellos puede ser algo que no comprenden, es gratificante. Ellos están sumamente agradecidos, eso es lo que me impulsa a seguir, el objetivo de ayudar a los que realmente lo necesitan», acotó el joven universitario.
Asimismo, Armando instó a las personas que tengan el deseo de ayudar a que lo hagan, independientemente en qué área. Considera que «si uno es bueno en algo y ve la necesidad de otras personas, ayuden, ellos se lo agradeceran».
Si estás interesado en contactar a este grupo de voluntarios, escribe al siguiente correo electrónico armandocrespin96@hotmail.com o al Whatsapp 7900-2331