Durante una semana, personal técnico del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) realizaron visitas a los docentes que participan en la segunda edición del Diplomado de Educación en Derechos Humanos (DD.HH.), formación que se desarrolla en coordinación con la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
El lunes 7 de octubre, centros escolares de Ahuachapán, San Miguel, La Libertad, Cuscatlán, Chalatenango y San Salvador fueron visitados con el objetivo de observar las prácticas significativas aplicadas por los docentes en sus comunidades educativas, entre estos: el Centro Escolar España y el Liceo Cristiano Reverendo Juan Bueno, en San Benito, a estas visitas asistieron Carlos Rodríguez Rivas, coordinador ad honorem del INFOD; Alejandra Montano, coordinadora del Programa Regional de Educación en Derechos Humanos de la OEI; y Alan Quinn, subdirector regional del proyecto de DD.HH. y Democracia de PADF.
Son 660 maestros inscritos por el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador); 165 por nuestro país, los cuales son parte del Programa Regional de Educación en Derechos Humanos de la OEI, que realiza el Ministerio de Educación, a través del INFOD, con el apoyo de USAID y PADF.
«Se está trabajando en escuelas a nivel del Triángulo Norte. Se trabajan con tutores en Derechos Humanos, quienes multiplican sus conocimientos, los replican a nivel de alumnos en edades de primaria y secundaria. Se han tenido prácticas muy exitosas, hemos visto en los muchachos, en los niños y las niñas un conocimiento mayor de los derechos humanos; eso ayuda a crear una cultura de paz a partir de la comunidad educativa, y que contribuya a generar un mejor respeto a los derechos y una seguridad humana a nivel centroamericano», comentó Quinn.
El Diplomado de Educación en DD.HH. busca contribuir a la creación de una cultura basada en los derechos humanos mediante la transmisión de conocimientos, la enseñanza de técnicas; al igual que contribuir a la formación de actitudes para fomentar comportamientos que fortalezcan el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la tolerancia, la igualdad y la paz entre las personas dentro de las sociedades y países del Triángulo Norte.
Desde esa óptica, se plantea que el aprendizaje integral para la vida y la convivencia colabora de manera significativa a superar las deficiencias de la enseñanza de los derechos humanos en el ámbito escolar, conscientes que la educación de los DD.HH. trasciende la enseñanza-aprendizaje de los textos y la declaraciones sobre la materia, y aspira a que el ejercicio de los derechos constituya en vivencia diaria de la comunidad educativa: la escuela debe ser el techo de los derechos humanos, y debe ser el núcleo de desarrollo local para generar la democracia más sencilla, inclusiva y auténtica.